LOS
UNIVERSALES Y LOS PARTICULARES Y SU APLICACIÓN EN LA COTIDIANIDAD
Antes de dar paso a lo particular y lo universal dejo en claro
unas cosas y es que se trata de una interpretación basada en un previo
conocimiento de los datos históricos, filosóficos de la realidad que se trata
de comprender, pero que a la vez da sentido a los datos a través de un proceso
inevitablemente circular, muy típico de la comprensión en cuanto método
peculiar de las ciencias del espíritu. Entonces, se facilita el trabajo dando
herramientas para comprender a un autor mejor de lo que pudieron hacerlo sus
filósofos donde lo “universal” se opone a “particular” como lo abstracto a lo
concreto. Por eso los universales se conciben como entidades abstractas, en
oposición a los particulares, entidades concretas y singulares. Gadamer fue alumno de Heidegger y no creen la
comprensión como un sistema de reglas orientadas a la recta comprensión de
cierto tipo de fenómenos, sino como una reflexión sobre lo que acontece con el
hombre cuando efectivamente comprende En esta misma línea, captar el concepto,
captar la idea, la esencia de una cosa, sería captar el universal de la
realidad concreta ejemplo:
“Darwin es hombre”,” hombre”, aplicado a Darwin significa que el
individuo se realiza la idea, la esencia (aquello que hace que algo sea lo que
es y no otra cosa), “el universal esencia-hombre”. Esta esencia-universal se
aplica a Darwin de la misma manera que a Luis, a Andrés o a Sócrates.
Para el conocimiento moral aristotélico no es episteme o
conocimiento teórico de las dimensiones universales y necesarias del ser,
porque se ocupa de las acciones humanas particulares y contingentes; éstas son
precedidas por decisiones y juicios morales a los que no se llega por
inferencia; además la situación en la que actuamos no es un objeto del que
podamos distanciarnos, sino el horizonte que nos incluye.
Lo que hoy denominamos "teoría" ha perdido esas raíces
que la establecieron en un fin, fue el modo más excelso de ser del ser humano y
se ha convertido en un medio que no conoce más limitaciones que las del
desarrollo técnico. Heidegger siente soledad de la concepción de la teoría como
praxis, de la consideración de la racionalidad práctica como condición para el
ejercicio de la teoría y para la racionalidad teorética. Se pretende superar
esa ruptura tan clara restaurando la unidad de la razón y del conocimiento se
muestra tanto en la esfera teórica como en la práctica y consiste finalmente en
la unidad de teoría y práctica. Este es el verdadero significado de sophia. En
el ámbito de la moral no puede existir ruptura entre teoría y praxis, ya que
aspiramos a saber qué sea la virtud porque queremos ser buenos.
Todas las dimensiones de análisis críticas necesitan sus propias
teorías, conceptos, métodos y tipos de análisis. Reducir esas dimensiones a una
sola dimensión, como lo hizo también el positivismo clásico con su reducción
del mundo a sus propiedades físicas, es un empobrecimiento de nuestra
comprensión de las cosas. Lo interesante es relacionar las dimensiones o los
niveles, no su reducción. Todos los reduccionismos en la historia de las
ciencias fracasaron. Los desarrollos interesantes siempre acontecen en las
áreas multidisciplinarias donde se estudian las relaciones entre las
dimensiones diferentes de los fenómenos físicos, químicos, biológicos,
cognitivos, sociales y culturales.
En lo universal y lo particular Los orígenes de este problema
hay que buscarlos ya en Platón, en su teoría de las ideas, aunque es en la Edad
Media donde tuvo una mayor fuerza y vigencia, hasta tal punto que se puede afirmar
que toda la metafísica de esta época tiene su raíz en la solución dada a este
problema y que la crítica y el desmonte que Ockam hace de la Metafísica
anterior arranca de la innovadora dirección que este filósofo da a la cuestión
de los universales.
Platón habla de dos mundos: el mundo de las cosas y el mundo de
las ideas. La presencia de éste es antepuesta y anterior, de tal manera que
aquel está gracias a éste; las cosas (lo particular), es reflejo de las ideas
(lo universal). La idea de belleza, de bien, de justicia, de hombre, de animal,
existe como tal en ese mundo de ideas; los individuos, los seres particulares
realizan estas ideas, son copias imperfectas de ellas. La existencia de
aquellas es condición metafísica para que estas puedan existir. Esta forma de
concebir la realidad es la base y el origen del llamado realismo exagerado, una
de las soluciones adoptadas para el problema de los universales. La razón de
llamarlo así es clara: se debe a que según esta posición los universales
existen realmente incluso con una realidad mayor que las entidades concretas,
puesto que éstas son copias imperfectas de aquéllas (de hecho Platón afirmaba
que el mundo de las cosas era falso, mientras que el mundo ideal es verdadero).
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